MARCHO QUE TEÑO QUE MARCHAR

Desde que se lo dijo la madre de Marco a su vástago antes de cruzar el Atlántico, “marcho que teño que marchar” se convirtió en una sentencia firme e inapelable.

A usar con moderación, oc29 sugiere se utilice principalmente los viernes para salir puntual de la oficina evitando reuniones de última hora, o también en caso de cruzar al amigo plasta que piensa que su vida tiene algún interés.

No nos hacemos responsables de su uso post-coitum, por ser harto desagradable escucharlo en esa situación. Tampoco está de más ampliar la información en caso de tener previsto ir a por tabaco sin billete de vuelta.

Marcho que teño que marchar es una huída, sí, pero no a la francesa. Es un escapar porque sí, pero dando la cara. Con toda la jeta más bien.

Mochila 100% algodón. Tamaño 37×41 cm