FAI UN SOL DE CARALLO

Del diccionario del Galego universalmente popular, esta expresión que durante once meses aguantamos pacientemente para echarla por la boca afuera.

Sí!!! Por fin, sacamos la sombrilla del todoacién (los parasoles en Galicia tienen larga vida por infrauso), exprimimos el tubo de la protección 50 caducada hace tres años, ponemos las gafas de sol vintage (siempre noviñas) y el sombrero de paja con la cintita violeta de Festa do Viño do Ribeiro 1975.

Fai un sol de carallo hay que decirlo en cuanto ocurre, si estás en esta terriña. Nunca se sabe si el fenómeno va a volver a repetirse.

Es algo así como ver la lluvia de estrellas (la estelar, no la de la tele), como ver el paso del Cometa Halley, o un eclipse de luna.

Fai un sol de carallo es un grito de guerra, en plan Braveheart, el inicio de la peregrinación a Liméns, a Lanzada, a Silgar, a Frouxeira, a As Furnas, al Vao, a Rapadoira, a Miño, a Areabrava y a tantos y tantos lugares donde abartolar nuestros rollizos cuerpos sedientos de vitamina D. Y respetando, sobre todo, nada de colillas en la playa.

La basura al contenedor, y los cuerpos, a gozar a tutiplén, que enseguida viene la niebla!!!