CALADIÑA NON ESTOU MÁIS GUAPA

Caladiña estoy más callada, no más guapa. Guapa soy cuando digo lo que siento, escúchame, porque la belleza se esconde en las palabras y sólo los que escuchan pueden verla.

Ni calladas ni ausentes, Pablo, pasó ese tiempo. Gritamos. Ahora gritamos. Acostumbraos, porque gritamos cuando gritamos, cuando hablamos y hasta cuándo susurramos. Escuchad: ni calladas ni sumisas, ni avergonzadas de nuestros pelos sobaqueros ni de nuestra piel de naranja ni de las estrías del corazón.

Somos todas y somos una. Noesno. Somos manada.

No, caladiña non estou máis guapa. Guapa soy, y chula y mala y lo que me pete. Y libre también. Y mientras esté a tu lado considéralo un regalo, siéntete afortunado. Y si no me quieres oír, vía.

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